Consultoría para padres. En diferentes momentos, cuando somos padres, nos sentimos preocupados por el comportamiento o actuación de nuestros hijos en diferentes etapas de su vida. Disponer de información que nos ayude y nos oriente sobre el desarrollo del niño, nos permitirá poder participar activamente en su desarrollo normal y detectar a tiempo cualquier alteración para poder intervenir lo antes posible.
viernes, 21 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
Los padres como protagonistas activos
La llegada de un hijo es un
acontecimiento de importante valoración familiar y social dentro de nuestra
cultura. El niño esperado es recibido como portador de los emblemas familiares,
del apellido y del porvenir del grupo. Tales razones introducen el por qué
resulta tan perturbador cuando el nacimiento viene acompañado de dificultades,
tal como ocurre con los recién nacidos prematuros.
El ideal familiar y social se ve sacudido y las expectativas de
celebración mudan temporalmente hacia la incertidumbre. Los padres enfrentan
entonces una importante crisis personal. En los primeros momentos intentarán
encontrar el origen de la situación de urgencia que obliga a separarlos del
recién nacido. En muchas oportunidades esa búsqueda exhaustiva del motivo que
explique lo inaceptable de la situación que se vive, no encuentra sin embargo
la respuesta que permita ordenar los sentimientos de enojo, frustración y
angustia que van surgiendo. Sobreviene luego una espera inquietante y pasiva,
donde la asistencia requerida para el niño proviene de la medicina y la
tecnología encargadas de reparar algunas de las condiciones básicas para el
cuidado de la salud del hijo. Los padres atraviesan estados emocionales que
pueden ir desde la confusión hasta la evitación.
El contacto inicial con el niño puede estar acompañado de temor y de
angustia. Es que el recién nacido que encuentran en las UCIN resulta muy
distante del que fue esperado y fantaseado durante el embarazo o incluso antes
del mismo. Habrá que familiarizarse con la incubadora, los monitores, los
sonidos de las alarmas y con un plantel numeroso de personas que forman parte
del nuevo escenario. La incomodidad de no saber dónde ubicarse o cómo moverse
en el lugar va dando paso progresivamente al reconocimiento de un sector que en
principio resultó muy ajeno pero necesario para el cuidado vital del pequeño.
A través de la presencia continua y estable en las UCIN como
protagonistas activos en la recuperación del pequeño hijo hospitalizado, los
padres recuperan la confianza en su función, entendida como sostén afectivo
indelegable que facilita la evolución progresiva de estos niños prematuros. El
sostén afectivo, esta simple acción, resulta a las claras el medio más directo y
eficaz en la comunicación y en el desarrollo del vínculo padres-hijo a pesar de
tanta interferencia inevitable. Los médicos, enfermeras y máquinas requieren de
una bisagra fundamental para obtener resultados exitosos en sus pequeños
pacientes: es el “decidido” afecto de los padres por sostener de un modo
“amoroso” a sus hijos prematuros, atenuando molestias, estímulos irritantes, e
intervenciones invasivas utilizando su voz y el contacto físico como toda
herramienta.
El deseo por la vida que anima a cada humano recién nacido debe
sostenerse desde otro que no es cualquiera, otro que tiene un valor fundamental
en su vida para quien él representa un objeto de amor y de trascendencia, es
decir: una madre y un padre, o quienes cumplan esa función.
Los padres de los RN prematuros internados en UCIN pueden participar
activamente de su recuperación a través de las siguientes acciones:
• Hablarles.
• Acariciarlos.
• Calmarlos luego de una extracción de sangre, procedimiento, etc.
• Alimentarlos por gavage (bajo supervisión de enfermería).
• Realizar contacto piel a piel con salida transitoria de la incubadora.
• En el caso de la madre: extraerse leche en el lactario para fomentar y sostener a futuro la alimentación a pecho.
• En el caso del padre además, alentar el descanso y la adecuada alimentación de la madre para que pueda sostener la lactancia.
• Acariciarlos.
• Calmarlos luego de una extracción de sangre, procedimiento, etc.
• Alimentarlos por gavage (bajo supervisión de enfermería).
• Realizar contacto piel a piel con salida transitoria de la incubadora.
• En el caso de la madre: extraerse leche en el lactario para fomentar y sostener a futuro la alimentación a pecho.
• En el caso del padre además, alentar el descanso y la adecuada alimentación de la madre para que pueda sostener la lactancia.
El Monitor “multiparamétrico” de
dedicación exclusiva
Padre y madre no solamente pueden desarrollar su rol incuestionable de
progenitores, sino que además es muy importante que reconozcan que pueden ser
activos cuidadores de sus hijos. Superadas las etapas iniciales que dificultan
el necesario aprendizaje, los padres bajo la supervisión de los agentes de
salud (enfermeras/os) pueden y deben asumir acciones históricamente
delegadas.
Los padres, con el pre requisito del ingreso irrestricto a los servicios
de neonatología, pueden asumir tareas de “enfermería” tales como la
alimentación por sonda naso u orogástrica (gavage), el control de la
temperatura y la higiene de sus hijos. Estas tareas, lejos de molestar al
recurso humano más crítico, por ser casi siempre insuficiente en número
(enfermería), representa un verdadero alivio, ya que inevitablemente invierte
tiempo y mucho. Las enfermeras de esta manera pueden concentrar su tarea
profesional en los RN con requerimientos más complejos de asistencia.
Padres y madres, sin saberlo al cabo de un tiempo se convierten en los
equipos más perfectos de control del estado de sus hijos. Padres y madres con
permanencia continua al lado de sus hijos, detectan sin errores los más mínimos
cambios en ellos: cómo se mueven, su color, las características del llanto, la
forma de respirar y multitud de otros detalles sutiles y quizás invisibles para
los ojos de otros. Lo que estamos describiendo es ni más ni menos que el
monitor más perfecto que un hijo prematuro desearía tener. No requiere insumos
ni descartables, ni service o conexión eléctrica y las alarmas funcionan
constantemente. En medicina a este tipo de monitor lo llamamos “multiparamétrico”. Son de altísimo costo e imperfectos
como todo artefacto mecánico. Cada hijo RN prematuro tiene en sus padres este
monitor en forma gratuita y exclusiva.
Algunos “tips” para tener en cuenta
• Tomar algunas fotografías durante
el tiempo de internación. A los niños y adolescentes en algún
momento de su historia se les ocurre preguntar por su origen: cómo y dónde
nacieron, cuál era el lugar, por qué les pusieron ese nombre. Tener alguna
fotografía de esos tiempos iniciales puede ser un aporte importante que permita
acercar datos sobre una historia que seguramente tuvo distintos matices, mucha
constancia y cariño. Puede ayudar a representar los cuidados recibidos y la
importancia de los mismos.
• La preocupación constante por el aumento de peso. De las múltiples variables que los médicos consideran en la evolución de un prematuro el peso es la de observación común y más directa para los familiares. Puede transformarse en una obsesión durante la internación y aún en el seguimiento. El momento privilegiado de la alimentación pasa así a convertirse en una meticulosa cuenta de gramos de más o de menos. En algunos casos incluso lleva a las madres a desconfiar de la alimentación a pecho en tanto no es tan mensurable y observable como la administración por otras vías. Es recomendable que no se desanimen o decepcionen por las variaciones diarias sino evaluar las tendencias por períodos semanales. El tema del peso resulta un puente directo entre la internación y el alta para las familias. El mismo es tenido en cuenta por el equipo de salud junto con otros aspectos integrales que hacen a la consideración de su madurez y desarrollo de acuerdo a lo esperado.
• Respetar los tiempos. Las internaciones prolongadas promueven la relación con otras familias
que atraviesan situaciones parecidas. El intercambio de experiencias resulta
beneficioso como estrategia comunitaria siempre que se respete una premisa
fundamental: “Aceptar las diferencias”, lo cual significa entender que los
niños prematuros no son iguales ni evolucionan de la misma forma en el
mismo tiempo. Las comparaciones que se establecen durante los tiempos de
internación son a menudo inevitables, y
a la vez fuente de ansiedad y angustia. Cada persona tiene sus propios tiempos
y particularidades, que no se explican únicamente por la edad gestacional o el
peso. Es tal vez una de las lecciones más difíciles de asimilar en las UCIN.
Nota publicada en www.materna.com.ar
jueves, 16 de enero de 2014
La Música como Estímulo
En la actualidad existe una
tendencia en crecimiento a estimular a los bebés con música ya desde la panza
de la mamá. Los beneficios que trae la estimulación de la audición y la
comprensión. Los sonidos a la hora de dormir.
“Duérmete mi niño, duérmete mi amor...”. El más que
clásico arrorró ayudó a generaciones de padres a dormir a sus bebés. En la
actualidad, la música para los bebés no se reduce a las canciones de cuna
tradicionales, sino que se transformó en una forma más de estimulación ya desde
la panza de la mamá. “Los sonidos de la música atraviesan la pared abdominal
llegando a los oídos del bebé y las vibraciones al cuerpo. Si bien todos los
sentidos están aptos para funcionar antes del nacimiento, el único que inicia su
actividad varios meses antes que los otros es la audición. Este sentido es el
único que le permite al bebé por nacer conectarse con el exterior siendo el que
más podemos estimular”, señala Gabriel Federico, músico terapeuta y creador de
Mamisounds, un método de estimulación prenatal con música.
Al poder escuchar los sonidos externos al vientre
materno, como por ejemplo canciones, cuando nazca el bebé las reconocerá y
serán útiles para calmarlo cuando llora y para dormirlo. “Siempre le puse
música a mi hija cuando estaba en la panza”, recuerda Verónica López, “y seguí
haciéndolo desde que nació. Cuando era muy chiquita, se la ponía para dormir y
era un buen relajante para la beba”.
La música es otra forma de estimulación, al igual
que el juego o los masajes. En el caso de los recién nacidos, aunque ni siquiera
pueda el bebé emitir un sonido diferenciado y se comunique mediante el llanto,
las expresiones faciales y los movimientos corporales, cantarle mientras se lo
acuna o para acompañar los movimientos, estimula su respuesta al lenguaje.
En una segunda etapa, alrededor de los cuatro
meses, el bebé ya empieza a reaccionar al ritmo de la música que oye. En
general, la música rápida lo hace reír y la suave lo relaja.
Una buena alternativa que nació en los últimos años
son los discos compactos de grandes autores adaptados para bebés y niños. Así,
es posible escuchar Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, o las obras de Bach,
Beethoven o Mozart en versiones especiales. También hay en el mercado música
alternativa con sonidos especiales para el sueño, el descanso y hasta para los
juegos del bebé.
La música se convierte así en un aliado más en la
relación del bebé con el mundo que lo rodea y en algo que comparte con sus
papás.
Nota supervisada por el
Equipo Médico de Mamashelp y publicada en www.materna.com.ar
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