La creatividad innata de los niños es un tesoro que los adultos
deben saber potenciar o, al menos, no reprimir.
La creatividad es una cualidad innata, que durante la infancia es
muy delicada, pudiéndose desaprovechar gran parte de su potencial. Por fortuna,
también resulta sencillo estimularla dentro del ámbito familiar, dándole además
una oportunidad a los padres de compartir un tiempo con sus hijos mientras
redescubren su propia creatividad.
Consejos para no
reprimir la creatividad infantil
Algunas actitudes de los padres pueden ser contraproducentes y
llegar incluso a reprimir la creatividad infantil. Hay que estar atentos para:
· Guardar cierta distancia.- Si el niño nos manifiesta sus dudas
las respuestas sólo deben guiarle a otras posibilidades, sin ofrecerle
soluciones de adulto.
· No competir.- En las actividades o juegos donde está implícita
la creatividad hay que evitar cualquier intención competitiva.
· Escuchar.- El niño siente perfectamente cuándo se le escucha con
atención; esta actitud le hace sentirse más seguro y dispuesto a compartir.
· No elaborar juicios.- Si el niño expresa insatisfacción ante su
propuesta, hay que animarle a transformarla partiendo de los aspectos que le
gustan, alejándole del deseo de perfección que le impide disfrutar con
libertad.
· Respetar el tiempo del niño.- Implica tener paciencia, sobre
todo cuando el niño trata de crear su respuesta.
· Transmitir confianza.- El niño busca el apoyo de los adultos.
Una sola palabra de ánimo, una caricia, pueden darle la seguridad que necesita.
Propuestas para desarrollar la
creatividad
Cuando miramos la vida con ojos nuevos cada instante o cada
actividad encierra un potencial de creatividad y diversión. Los niños tienen
una gran capacidad para aprovecharlo.
· Una caminata puede resultar creativamente divertida si
proponemos diferentes maneras de caminar. Puede comenzar el adulto con pasos
mecanizados como un robot, el niño le imita por un momento y luego le tocará a
él proponer otra forma de desplazarse.
· Los niños sienten gran atracción por los animales. Invitarles a
crear animales fantásticos les permite entretenerse con su imaginación. Pueden
comenzar observando dibujos o fotos de animales, incluso utilizar revistas o
fotocopias para recortar y «construir» sus animales fantásticos. La idea es
seleccionar partes de diferentes animales para formar un nuevo animal… Al final
le pedimos que le ponga nombre y nos diga qué tipo de animal es, qué come, cómo
duerme, cómo se relaciona con otros animales...
· Las vacaciones y paseos en la naturaleza son una buena
oportunidad para la creación a partir del entorno. Comenzaremos por estimular
el espíritu de exploración yendo en búsqueda de pequeñas formas naturales u
objetos fáciles de coger, como piedras, caracolas, ramitas secas... Podemos
hacer de ayudantes del pequeño explorador, sin ánimo de controlar, sólo para
evitar peligros. Una vez que tenga su colección, le animamos a contarnos algo
sencillo de cada cosa: cómo llegó la caracola a esta playa, cómo se cayó esta
hoja (o rama) del árbol...
· A la mayoría de los niños les encanta colaborar en las tareas de
los adultos. Permitirles que participen en el momento de servir la comida invitando
a los pequeños a diseñar los alimentos en cada plato resulta más creativo de lo
que parece.
· Generalmente la casa se diseña y decora al gusto de los adultos,
pero también puede tenerse en cuenta el gusto de los pequeños. Seguro que no
resultará tan caótico dejarles colocar algunos detalles decorativos a su gusto.
Artículo elaborado por María
Eugenia Manrique y cedido por la revista CuerpoMente y
publicado en www.neuronilla.com
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